MEGALITOS SONOROS DE LA PREHISTORIA

 

 

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EFECTOS PARLANTES Y SU ETERNO ATRACTIVO 

 

 

 

   He titulado esta web "Megalitos-sonoros" a fin de remitir al lector también a sugerentes piedras naturales que, siendo anteriores a los templos tauromorfos, indicaron a la gente el momento en que psicoidílicamente la divinidad habitaba en su interior. En el caso de los dólmenes, que quisieron reproducir con grandes losas el cuerpo de un toro hueco, dicho fenómeno acústico sucedió los días de fuerte viento, cuando el aire era canalizado por su interior y emitía un sordo bramido. Todo los dólmenes recién construidos dispusieron de un agujero para canalizar el aire a modo de flauta pétrea, pero multiplicando su efectividad.

              

                                           

 

 

    Esta investigación está basada en pruebas documentales observadas sobre el terreno por mi mismo y en mi opinión no se debe seguir creyendo que los megalitos todos fueron agujereados para que el alma del difunto pudiese evadirse por ellos. Los de la cámara principal de la Gran Pirámide, quizá, pero en los dólmenes, que con el paso de los milenios tanto los utilizaron como tumbas y para guardar ganado, o incluso sirvieron de vivienda, su utilidad inicial en cambio sólo podía tener una intención vivificante. Esto no se puede ignorar por mucha que los hayan reutilizado.

   Desde que el mundo existe, los cataclismos y la erosión han actuado intermitentemente con gran estrépito. Las piedras que fueron más torturadas por la erosión natural fueron el primer gran interrogante a los ojos de los primeros hombres reflexivos. Cuando además tales rocas se presentaban en lugares muy altos, o sea, allí donde nadie pudo haberlas elevado, cuanto más toscas eran mejor sirvieron para estructurar las mentes primitivas. La palabra hablada es evidente que entre aquellas mente primitivas no fue su única forma de comunicación.

   Una mente bien construida dispone de los valores que son inherentes al común del alma humana. Es una constante en la evolución humana que cada persona recoja frutos de los que previamente ya lleva en su interior. Nadie puede considerarse exento de una especie de eco que tenemos en común y que nos influye, debido a lo cual cada uno revelará con los años su grandeza o su miseria personal. A pesar de la actual evoución científico-técnica, todavía conservamos nuestra admiración por oir "hablar" aquello que es sólo un artilugio material, previniendo que algún dia serà considerado analfabeto quien no sea capaz de hablar directamente con la pantalla de su televisor.

 

  INGENIO DE LOS CONSTRUCTORES PREHISTORICOS

  Los templos tauromorfos es muy fácil evidenciar que se inspiraron a partir de la enorme estampa de toro desafiante que se nos ofrece muy resaltado en la vertiente norte de la sierra de Montserrat en Cataluña. Otra cosa es superar los convencionalismos académicos que afirman sin el menor rubor: que todos los ritos tauromorfos proceden del otro extremo del mar Mediterráneo. En la zona donde se construyó la ermita románica de Santa Cecília de Montserrat es desde donde mejor se muestra el perfil del toro esculpido en piedra, el cual en las tardes de verano se aparece muy resaltando del resto de la montaña. Durante una de mis visitas de antaño, el encargado del remonte teleférico, que funcionaba muy cerca del enorme ídolo, me explicó que ciertos dias de fuerte viento, aquella inmensa pared plana, con 800 m. de caida vertical y lisa superficie, y que en parte configura el ídolo tauromorfo natural de la prehistoria, realmente es capaz de provocar un sonido tan fuerte que impresiona.

 El Bos Primigenius o sea la escultura natural que llamo  toro de Montserrat fue una divinidad tanto o más tronante que el Júpiter. Era el dios "Tonante" (tronante) de los antiguos griegos, y por descontado el señor de los rayos y truenos para no decir de todo lo creado en el mundo antiguo del otro extremo del mar Mediterráneo.

 Es cuestión de tiempo que los sabios arqueólogos remodelen la convencional idea de que los dólmenes prehistóricos de Europa Occidental fueron ídolos. Lo que resultará mucho más dificil y laborioso, pero no imposible, será demostrar que asi como el pétreo Bos Primigenius de Montserrat bramaba, también se previno una canalización de aire para que saliese sonido de dentro de los dólmenes megalíticos de cualquiera tamaño. Desde el primer momento que decidí buscarlos por el lejano horizonte donde vi ponerse el sol que lo resaltaba, yo a los dólmenes, aun sin verlos ya los consideré sus "hijos". Era de esperr que ante un viento fuerte dichas reproducciones también actuasen como verdaderas "cajas de resonancia" hechas de losas megalíticas. Los megalitos incluso puedo afirmar que modifican la acústica del espacio a su alrededor, y sus planificadores pudieron incrementar el fenómeno, porque a la divinidad zoomorfa se le exigió que se expresase sonoramente para el bien tribal, al mismo tiempo que su magna obra totémica fue concebida.                                  

                       

 

                                          LA ACÚSTICA RITUAL SAGRADA DEL TEMPLO

 

   La acústica sagrada es un campo del conocimiento que estudia hasta que extremo las antiguas civilizaciones entendían lo divino de los sonidos, y como manejaban a la acústica de espacios y ambientes para que los sonidos sagrados repercutiesen positivamente, en todas partes del mundo por igual y siempre, en sus ceremonias. Los ábsides de los templos y las iglesias, antes de inventarse la electricidad sirvieron para ampliar la voz del predicador, y en el campo de lo lúdico lo siguen recordando los petardos y mascletadas que marcan el punto álgido de todo festejo popular.

   En muchas civilizaciones los subterráneos y templos han sido manipuladas para producir sonidos sagrados que conducían a los reunidos hacia estados alterados de conciencia capaces de cambiar a la frecuencia mental y proporcionar una percepción especial del mundo espiritual al resaltar determinadas capacidades imaginativas, creativas, meditativas o mediúmnicas.

   El ruido de las hojas de los árboles, el fluir del agua en una fuente, nos aseguran capaces de influir en la gente y ésta a su vez estuvo deseosa de reproducir sonidos con hojas manipuladas y golpeando troncos huecos. Tal inquietud la confirma, muy prematura, el cuerno de caza en la mano de una desnuda y rechoncha Venus prehistórica encontrada en un yacimiento del Languedoc francés.

 

 

 

 

    PSICOIDÍLICAS, RELIGIOSO-CULTURALES, DE NUESTROS CEREBROS  

  Los sonidos son considerados sagrados desde siempre, por lo cual la Biblia comienza concediendo el máximo poder al Verbo divino creador de todo lo existente. Si la diosa Shiva se presenta bailando, es porque suena música. Los ritos orientales usan los cantos ("mantras") como vías para acceder a ciertos ámbitos de conciencia, y porque coadyuvan al desarrollo psíquico. Lo escribió san Agustín: “Cantar en los templos es como rezar dos veces”. Otras religiones valoran tanto los sonidos, que sus oraciones prohíben que sean escritas.  

  En el tercer milenio no estamos libres de pensar que lo sobrenatural interfiere en nuestras vidas. Hay demanda de todo tipo de mancias, y su publicidad está presente en todos los medios de comunicación. En la prehistoria, el sonido estuvo siempre bien aprovechado porque la peligrosidad cotidiana era mucho mayor que hoy, y los congregados en los ritos tribales tuvieron miedo incluso de si mismos. Los beneficios no podían faltar, porque todos juntos gritaron a pleno pulmón para asustar a los animales que se abrevaban en alguna fuente o charco, consiguiendo que, por reacción natural, incluso los temidos bóvidos se asustasen y saliesen corriendo hacia las trampas donde quedaban todos apresados.

  Uno de los instrumentos que inventaron capaz de imitar los bramidos de un toro fue llamada "bramadera" en el norte de España, aunque tuvo diferentes nombres según la provincia. Ls aborígenes de Australia lo llaman "Bull-roaner" que igualmente significa Toro rugiente porque la divinidad se depositaba en aquel objeto. Consiste en un palo atado al extremo de una cuerda y que se hace volear muy rápido sobre la cabeza, produciéndose un ronco sonido vibratorio aereodinámico.

 

 

 

 Acabaré con la evolución del fenómeno sonoro ritual recordando que los ataudes donde son quemados los cadáveres de los ricos brahamanes de Bali. Estan muy artisticamente pintados y tienen forma de toro cornudo. En las cuevas de Menorca también se hallaron restos de dichos ataudes tauromorfos semiquemados, pero sin rastro de pintura. El ruido de las llamas al quemar los ricos ataudes tauromorfos bellamente pintaos, aún hoy en Bali sirven para hacer augurios destinados a la familia del difunto.

 

                                                ATENCIÓN A CIERTAS PIEDRAS CURIOSAS EN LA NATURALEZA

  Voy a extenderme presentando algunas rocas oscilantes, que tanto me atraen, porque algunas también resultan capaces de hacer ruido al ser movidas por un fuerte viento. En Cataluña la más famosa está en la sierra cerca de la costa a la altura de Sant Feliu de Gixols (Ge.). Se lama Pedralta, y tiene forma de huevo gigante. Si se pone una botella en su base, cuando haga viento la romperá de forma imperceptible. En la comarca del Solsonés, donde nací, existe otra igual en tamaño en Isanta (y a su lado otro par aunque de menor tamaño). Están en un precipicio al que se llega por la carretera de Solsona a Sant Llorenç dels Morunys, subiendo a la izquierda del Restaurante del Cap del Pla, y ambas son muy poco conocidas porque casí soninaccesibles (Les Gaites). Hay más piedras basculantes cerca de Escornalbou (Tarragona), en Reinosa (Santander) , en Tapia (Asturias), los Trilitos del Duque, en Baena (Córdoba), y muchas otras en Galicia, donde además hay varias que son monumentales y muy sugerentes, pero no oscilan.

 

 

  Los citados fenómenos geologico-dinámicos fueron disfrutados por numerosas generaciones de ancestros a lo largo de milenios, empezando por cuando trataban de evitar las corrientes de aire en las cavernas que habitaron. Acumulando sus experiencias de todo tipo es lógico que las aplicaran a tratar de reproducir a la divinidad de turno, porque tampoco era facil imaginarsela sin capacidad de expresarse ("hablar" o sonar).

  Pero si algo debe sorprender de la erección de un dolmen megalítico debe ser la capacidad de aunar esfuerzos tribales. La colaboración y la perseverancia que les era necesaria, a pesar de ser muy dura empresa, les reporto beneficios por darles estabilidad social y sobre todo garantizarles alimentos gracias a controlar el paso del sol para experimentar la horticultura y la ganadería.

  Siempre serà una quimera acertar con el comportamiento social de tan remotos antepasados, pero ante los nuevos documentos que he presentado podemos afirmar que construyeron muy sorprendentes ídolos tauromorfos huecos, tan grandes para que mejor fuesen capaces de dispersar la vida que dimana del sol. Era una labor mucho más lógica de lo que en la Edad Media lo fuese la costrucción de catedrales.

  Los primeros constructores en material duro consiguieron, gracias a su ritual, aprovechar mucho mejor la fuerza generadora del sol en deteminadas fechas. La Ecología lo sigue procurando hoy, evitando tala de bosques y buscando garantizar la supervivencia de las plantas, hasta el punto que quien no lo entienda, es parte del problema de la desertización del planeta (La Madre-Tierra, o Gran Madre, de la Prehistoria).

 

                     CON NÚMERO Y GEOMETRÍA SE DIO VIDA AL TOTEM

  Debo dessarrollar mejor la forma cómo se consiguió el "soplo de aire divino", que hizo sonar el interior de los dólmenes megaliticos de la Europa occidental como si fuesen altoparlantes. En todo dolmen se previno concentrar el viento cuando soplase desde un determinado ángulo, y se canalizó al interior de la que era una burda caja de resonancia hecha de losas megalíticas. En la maqueta a escala que hice del totem-toro de Vila de Llanera incluí una especie de parapeto, a un lado de su entrada, como complemento capaz de actuar a modo de vela y canalizar mejor el viento hacia el interior del monumento zoomorfo. Es evidente que conocieron la confección de las lengüetas (mi esposa tiene insólita habilidad para confeccionarlas retorciendo hojas), y para que tan gran caja de resonancia funcione, necesita cierta fuerza impulsora causante de un mejor "bramido".

  Los dólmenes, al ser terminados de construir, estaban siempre recubiertos de tierra y formaban un túmulo, sobre el cual había una piedra trabajada para servir de cabeza estable. Si en sus inicios sobre dólmenes de troncos pudieron colocar cabezas auténticas de bóvido, posteriormente, al construir con material duro emplearon piedras con estabilidad propia; y a juzgar por las que encontré en la comarca del Solsonés (el centro geográfico de Cataluña) los cuernos del toro debieron ser lo único de material orgánico de todo el monumento. Aunque también podrían adolecer de ellas si valoraron más el becerro, por el prometedor poder que mantenía latente.        

 

 

 

EL SONIDO DE LA "MADRE-TIERRA" ES AGUDO

 

  Pasé muchas horas en el interior del monumento megalítico cerca de Casa Vila de Llanera, ya fuese para ver aparecer el sol solsticial, o por medirlo. Lo reconstruyeron magistralmente situando cada gran megalito en su lugar y me lo explico en su vejez el sabio albañil que efectuó la obra con el mayor respeto. Lo comento por el hecho que en mi soledad una fria mañana del 21 de diciembre, mientras esperaba que asomase el sol por el horizonte del NE. Que casi corresponde con las crestas de la sierra de Montserrat, inesperadamente escuché un sonido tan cercano que parecía ser el silbido de una gran serpiente y me asustó. Era tan prolongado que no había animal capza de tener tantos pulmones. Era parecido a si un chorrito de limaduras de hierro cayesen sobre una plancha metálica desde un metro de altura. Al tranquilizarme, porque los ofidios viven aletargados en invierno, me di cuenta que lo que escuchaba era el "Bicha" (para los prehistóricos la Guifre), que no es sinó una descarga telúrica del calor del sol acumulado desde varios dias, el cual serpentea electricamente por las peñas del sector hasta que encuentra donde descargarse, y allí lo hizo multipicando el fenómeno acústico. Supongo que no hay mucha gente viva que haya escuchado el sonido de la Madre-Tierra. Particularmente, me sorprendió mucho, pues habiendo leido al respecto, suponía que sonaría como el profundo toque del tambor y no como un fino silbido.

 

  Sólo un investigador teórico podría ignorar éste y otros semejantes detalles, como lo es valorar justamente los megalitos que levantaron los primeros constructores en material duro. Al ejecutarlos sudaron mucho hasta conseguir colocar un megalito sobre otro; y sus nietos que no supieron de tales esfuerzos, se atemorizaban al ver una forma de toro de piedra vacío y capaz de expresarse sonoramente. Al fin se comportaban como era propio de una etapa infantil de la humanidad. Merecen que se valoren sus obras sin asociarlas a tumbas "de gigantes", ni "de moros", porque revelan además un gran aprecio por la simetría y las matemáticas, ya que el cromlech, o círculo de menhires radiales, del monumento de Vila de Llanera, además de tener un ancho interior regular de 1,66. m., (que es lo que mide una persona con los brazos extendidos), al multiplicar dicha unidad básica 1,66 por 13 lunas naturales de un año, (1,66 m. x 13) resulta el perímetro del cromlech que és 21,580 m. midiendo "toda piedra", o sea, por su perímetro exterior.

 

 

    La unidad 1,66 m. básica incluso en Cataluña donde había nacido, degeneró menguando algo en la "Cana Catalana" de nuestros abuelos, una medida que al informarl yo por escrito de su existencia al sabio arqueólogo inglés Alexander Thom, me reconoció en su carta: que ignoraba la existencia de la medida llamada Cana catalana. En sus libros escritos después de aplicar los ordenadores en sus mediciones de cientos de megalitos del Reino Unido, A. Thom la estableció en la mitad, o sea, 0'87m., y tan pronto los leí enseguida supuse estaba poco informado.Porque lo reconoció, Alexander Thom siempre merecerá mis mejores afectos, también como un caballero de honor.  

   También me construí una maqueta a escala, recogiendo la forma que debió de tener el monumento dolménico de Vila de Llanera (Llobera) en el límite Sur del Solsonés. Tiene nueve metros de largo y 1,66 m. de ancho en su interior de paredes rectas y paralelas. En una de éstas presenta, justo en la mitad de su extensión total, un agujero que atraviesa de parte a parte la gruesa piedra megalítica. Es chocante observar que para ello no aprovechasen el espacio entre las dos inmensas losas, pues agujerear con 18 cm. de diámetro justo en la exacta mitad de la cámara dolménica de Vila de Llanera, debió serles muy importante,...aunque no podamos entenderlo. Comprendo a los que encuentren más cómodo negarlo todo en bloque, aunque particularmente prefiero seguir investigándolo.

 

 

                                    EL SHAMANISMO PREHISTORICO Y LOS SONIDOS  

   Como seres biológicos, nos movemos en la dimensión espacial la cual se puede confundir con el mismo Dios. Físicamente todo es Espacio, y si se quita no queda ni tiempo ni nada. Es también un hecho que pensamos mejor en ambientes cerrados. Reconocido esto, en la Prehistoria las reflexiones más profundas lógicamente se alcanzaron en cuevas y subterráneos naturales.

Nuestros ancestros de todas partes del mundo vivieron fascinados por las especiales características acústicas de las oscuras cuevas que habitaban, siendo allí donde también realizaron sus ritos más sagrados (Schafer 1977). Miguel Dauvois analizó la calidad de sonido de las cuevas prehistóricas decoradas con pinturas rupestres llegando a una interesante confirmación: Las pinturas paleolíticas de las cuevas estuvieron relacionadas con la acústica, especialmente en los puntos de mayor resonancia de la voz humana. Asimismo, Iégor Reznikoff (1995: 541-542) puntualizó que ciertas muestras de arte rupestre tan sólo son explicables teniendo en cuenta la reververancia del sonido. Steven Waller, aportó concluyentes datos de lo dicho después de escrutar cientos yacimientos con arte rupestre tanto en Europa occidental, como en Australia y América del Norte (Waller 1993a; 1993b).

En cuevas paleolíticas como Lascaux y el Pont-de-Gaume, en Francia, se registran ecos en espacios pintados que varían entre 23 y 31 decibelios, pero cuando no hay pinturas no hay ningún nivel de decibelios (Dayton 1992). Los paleontólogos Jean Clottes y David Lewis-Williams (1996), afirmaron que la mayor parte de las actividades sociales efectuadas en cuevas prehistóricas tenían naturaleza shamánica. Ello justifica la mayor parte de las pinturas y las marcas encontraras en cuevas prehistóricas del paleolítico superior. También se experimentó con el eco de sugerentes espacios abiertos. En Provenza está el Lago de la Maravillas cerca del cual existe aún una piedra plana cubierta con más de mil pictogramas representando en su mayoría animales carnudos. Allí es donde el sonido del eco es óptimo, con lo que se evidencia la estrecha relación del eco y los grabados rupestres.

  El ajuste del alto nivel de la reverberación prolongada es típica de ambientes tan grandes como los actuales auditorios, pero antes las catedrales medievales, y para nuestros ancestros fueron ideales los antros y las cuevas. Este efecto se conseguía yéndose un cierto espacio para que el sonido resonase como la palabra de su divinidad. Desde el amanecer de la humanidad, el fenómeno de la reverberación (junto con otras, tales como eco) siempre estuvo relacionado con la noción del espacio.

  La omnipresencia metafórica de la divinidad de turno desde el periodo paleolítico fue evocada mediante una forzada acústica. Luego se fue perfeccionando, como se demuestra en los hipogeos de varias Islas cerca de Malta en el Mediterráneo. En Gozo tienen aún hoy un aspecto futurista, siendo allí donde la voz ronca de un sacerdote oculto en una estancia alejada, retumbaban dentro de la cabeza de los asistentes al ritual. Era un ambiente virtual creado por la reverberación acústica. Algo parecido se consigue con los muchos decibelios que se emplean en los fascinantes conciertos multitudinarios de nuestros días, por lo cual vemos que reaccionan a efectos primarios inherentes al alma humana más ancestral. Nuestra la naturaleza biológica sigue pues relacionándose con los efectos de la resonancia. En los conciertos de rock, los oyentes y el cantante están en espacios diferentes, pero cuando la ausencia de reverberación hace que los dos territorios se combinan, juntándose, surge una sensación de invasión, o intrusión y de intimidad extrema. Ivan Fónagy (1970: 119-125), que estudió cómo la agresividad y la cólera fueron desencadenadas por medio de voces humanas, encontró que se expresa en el nivel de 350 decibelios.

 

                     LOS TEMPLOS DE LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS

  En otras culturas sin relación con la europea más ancestral, los templos fueron deliberadamente manipulados para producir sagrados sonidos, como descubrió David Lubman en la pirámide maya de Kukulcán. Si a los pies de la pirámide escalonada, la multitud distribuida en su base dan palmadas con las manos, el eco reverbera en la pirámide para producir el sonido de su ave totémica, o sea "quetzal", la depositaria del espíritu sagrado del pueblo maya. Verificase que desde la base de la pirámide, haciéndose un sonido como lo del batir de palmas, la reverberación del sonido en la pirámide es semejante al del canto del quetzal, un pájaro sagrado que representa el espíritu del pueblo maya, así que, en ceremonias sagradas, se podía evocar al pájaro totémico.

  La arqueo acústica es una ciencia que investiga como afectan los sonidos en nuestro comportamiento. Se aplica a las cuevas y otros yacimientos prehistóricos, como las tumbas megalíticas de Cova Parpalló, porque durante milenios sirvió de casa a numerosas generaciones prehistóricas. El sonido de la voz allí es más nítida que en otros recintos, y referente a su acústica, tampoco tiene un  efecto excesivamente reverberante.

  A pesar que en las galerías hay estalagmitas la Arqueo-acústica allí aplicada verificó que las propiedades sonoras de ciertos recintos determinan la presencia, o ausencia, de arte prehistórico en una cueva.

 

                              DESDE LOS DRUIDAS, Y HASTA NUESTRO TIEMPO

 La Arqueo-acústica también investiga en las construcciones megalíticas, empezando por el círculo de grandiosos megalitos de Stonehenge. Aaron Watson confirmó que en el más famoso monumento de Inglaterra, sus megalitos mantienen y amplían los sonidos emitidos por la voz humana, pero no otras vibraciones, como las de los tambores que, al no retenerlos, se pueden oír desde lejos.

 

 

  Los druidas de milenios después también allí mismo se sabe que manipularon la acústica a voluntad, o sea, que ya conocían al valor sagrado de los sonidos y los utilizaban con ideas avanzadas. También el científico David Keating comprobó que ya las piedras de algunas cuevas con arte rupestre son capaces de retener y ampliar sonidos emitidos por la voz humana. Algunas veces se ha dado por casualidad como en el anfiteatro de Epidauro en el Peloponeso (Turquía), y gracias a ello se pudo comprobar que a más gradas le corresponde una más prolongada repetición sonora.

  Siempre y universalmente se ha creído que los espíritus responden a la armonía, al estar sus cualidades sensitivas más desarrolladas. Por ello fue creencia universal que los ecos eran la voz de antepasados difuntos. Es obvio que así sea, porque entre los vivos la imaginación espiritual no puede concebir nada más conmovedor que la música celestial. Grandes compositores supieron transmitirnos sus éxtasis mediante con obras musicales. La música siempre se creyó que agradaba a los espíritus, por sus afinadas cualidades sensoriales.

 Grandes compositores sintieron una percepción particular de los sonidos y no dejaron melodías casi celestiales. Bach, Chopin y Mozart opinaron que la música hecha por las personas son muy poca cosa comparada con la armonía celestial. Lo evidente es que unas piezas musicales nos influencian más que otras,…y sé de algunas que espantan!

  Este escrito recoge lo presentado en el penúltimo capítulo de mi libro "Megalitos Parlantes. Del culto al Toro", el cual sigue inédito, aunque publiqué una breve síntesis en las páginas de internet (WWW).

 

Traducir esta página

 Ramón Ramonet Riu (C)

Barcelona, a 5 de Septiembre de 2010

 

 

 

 
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